La situación para personas defensoras de DDHH en Ecuador se ha vuelto cada vez más riesgosaal existir menos recursos para su protección. Como resultado, han emergido redes de organizaciones comunitarias para la defensa de DDHH que se ven desbordadas ante la crisis de inseguridad que afecta al país. Estas redes necesitan asistencia especializada y capacitaciones para apoyar adecuadamente a grupos vulnerables. De parte del Estado no solo que muchas veces no se cumple con la protección de las personas defensoras de DDHH, sino que frecuentemente tiene un discurso estigmatizante hacia ellas.

Ante estos desafíos, entre julio y noviembre de 2023 el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), junto con la Red Comunitaria de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Guayaquil, organizaron la segunda Escuela Comunitaria de Derechos Humanos para la Transformación Social, cuyo objetivo principal es fortalecer redes y procesos de articulación de líderes, lideresas y organizaciones comunitarias de comunidades de sectores populares de la ciudad de Guayaquil y la provincia del Guayas.

A lo largo de 2 años, la Escuela ha contribuido activa y colectivamente a fortalecer las capacidades organizativas y de liderazgo de alrededor de 100 personas defensoras de DDHH y líderes y lideresas comunitarias de distintos barrios y comunidades de Guayaquil. Entre ellas, Monte Sinaí, Guasmo Sur, Isla Trinitaria, Durán, La Chala, Bastión Popular, San Francisco, entre otros barrios.  A través de la Escuela, se ha construido colectivamente herramientas y capacidades para fortalecer redes comunitarias, así como se ha brindado un acompañamiento solidario a las diversas luchas comunitarias ante vulneraciones de derechos. Así mismo, la Escuela permitió brindar herramientas no solo para el fortalecimiento organizativo, sino también para poder afrontar, desde la autogestión y la colectividad, las distintas problemáticas que enfrentan estas comunidades que surgen como consecuencia del abandono estatal.

En ese sentido, la Escuela contribuye a empoderar a personas defensoras de DDHH y a fomentar la protección efectiva de sus derechos a través de redes comunitarias. De esta manera, se evidencia la importancia de estas redes para la protección de líderes y lideresas sociales y personas defensoras de DDHH.