20.07.2020

¿Cómo hacemos periodismo durante la pandemia?

Artículo: Resultados preliminares de la encuesta de condiciones laborales a periodistas, Julio 2020

¿Cómo hacemos periodismo durante la pandemia?

Isabel González Ramírez

Embajadora de Chicas Poderosas Ecuador*

Twitter @chicaspoderec

Instagram @chicaspoderosasec

 

Mientras Ecuador le dio la vuelta al mundo en los titulares de los medios más reconocidos comoThe Guardian,Deutsche Welle oCNN por la emergencia sanitaria causada por la covid-19 en Guayaquil, lxs** periodistas locales comenzaron a tener síntomas del virus y  engrosar las listas de contagios, decesos y desempleo. Sin datos oficiales y conociendo los riesgos laborales que implica ejercer el periodismo, desdeChicas Poderosas Ecuador abrimos una encuesta que buscaba conocer lasCondiciones de periodistas cubriendo Covid-19 en Ecuador.

La información recopilada durante los meses de abril y mayo de 2020 nos aproxima a respuestas de orden más cualitativo que dejan entrever algunos de los riesgos más comunes a los que lxs periodistas se han enfrentado durante estos meses, así como las condiciones en las que han desarrollado su trabajo —aunque no son concluyentes ni tienen un margen de error cuantificable. Es también el preámbulo de una encuesta más amplia que Chicas Poderosas Ecuador va a realizar junto con FES-ILDIS Ecuador para conocer más a fondo las condiciones laborales, la violencia asociada al ejercicio profesional y las barreras que enfrentan las mujeres para liderar y mejorar su posición al interior de los medios de comunicación en el país.

Uno de los principales hallazgos, por ejemplo, es que del total de personas que respondieron al sondeo, 56% dicen que, al inicio de la emergencia, los medios de comunicación les entregaron material de protección como guantes, mascarillas y/o alcohol para las coberturas periodísticas. Un 38% recibió esta dotación diaria mientras que el resto la recibió una sola vez o semanalmente, lo cual incrementa las posibilidades de contagio y contradice las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo.

Por la naturaleza de la labor periodística, 42% de quienes completaron la encuesta afirman haber estado expuestos a lugares con alta carga viral como hospitales o protestas sociales. Estos datos ya alertan sobre la necesidad de que los empleadores cumplan con proporcionar las medidas de bioseguridad y pueden conectarse con la cifra de colegas fallecidxs, que hasta la fecha suman por lo menos 18, según la organización Fundamedios.

Las preguntas también indagaron por las modalidades de contratación, pues el periodismo viene arrastrando una crisis marcada por la precarización y la informalidad laboral que viene a profundizarse con la pandemia.

De los datos recogidos y desagregados por género se puede establecer que dichas condiciones precarias afectan más a las mujeres, pues 66.7% de hombres y 60.71% de mujeres tenían un contrato a tiempo completo al momento de llenar la encuesta. Mientras que 28.57% de mujeres y 16.67% de hombres tenían un contrato por prestación de servicios o a tiempo parcial. Es probable que estos porcentajes se hayan modificado durante los últimos dos meses debido a la ola de despidos en medios de comunicación. Durante este tiempo, varios medios nacionales anunciaron el recorte parcial o la liquidación definitiva de sus empresas y, en muchos casos, sin ponerse al día en honorarios y aportes al sistema de seguridad social —como es el caso de los diarios La Hora, El Universo, y El Telégrafo, además del Canal Uno.

Otras respuestas evidencian que no todxs lxs periodistas que estuvieron en contacto con personas con Covid-19 pudieron hacer cuarentena porque sus empleadores no se lo permitieron o porque temían perder sus trabajos.  En el caso de quienes sí hicieron cuarentena, los días fueron tomados como días libres o con recargo al tiempo de vacaciones, mayoritariamente.

Cualitativamente también se suma la evidente preocupación por la salud mental. Entre los sentimientos más frecuentes entre quienes llenaron el formulario están el estrés, el miedo y la angustia, incentivados usualmente por la idea de no poder desconectarse de las noticias, el exceso de horas de trabajo, la reducción de sueldos y la incertidumbre laboral.

Hablar de riesgos laborales en primera persona

Lxs periodistas son quienes están detrás de las historias, pero no hay suficiente información sobre cómo realizan este trabajo. Ante el vacío de información y la falta de respuesta del Comité de Protección de Periodistas creado en 2019, Chicas Poderosas Ecuador recogió los datos señalados anteriormente y algunos testimonios para ponerle voz a las situaciones que representan los mayores riesgos asociados a la cobertura de la pandemia.

El primer riesgo laboral está asociado a perder la vida como consecuencia del contagio del virus. Así le pasó a Augusto Itúrburu, periodista deportivo del diario El Telégrafo en Guayaquil quien cubrió la rueda de prensa del caso cero por Coronavirus en Ecuador y luego, también tuvo que informar sobre el partido de fútbol entre el Barcelona Sportind Club y el Independiente del Valle por la Copa Libertadores, señalado por los guayaquileños como uno de los focos de contagio. Su colega, Luis Cheme, cuenta que realizó con él la última cobertura luego de ese partido y esa fue la última vez que se vieron. Cheme perdió a su amigo y ahora también ha sido notificado de que trabajará solo hasta finales de julio pues el diario está en proceso de liquidación.

Perder el trabajo es un riesgo laboral evidente. Andreína Laines trabajaba en un noticiero, pero fue despedida hace tres meses. Esto ocurrió justo antes de que su padre falleciera por covid-19 y que toda su familia se contagiara del virus, menos ella, según la prueba que le realizaron. Todavía no existen cifras exactas pero se presume que más de 500  trabajadorxs de la comunicación en Ecuador han quedado cesantes como consecuencia de las medidas tomadas por sus empleadores durante la pandemia.

Enfermarse y contagiar a la familia representa otro de los riesgos laborales más presentes entre quienes continúan ejerciendo la labor periodística. María Gabriela Carpio contrajo el virus en el canal en el que trabaja y aunque ahora está recuperada, pensó que no sobreviviría para seguir informando.

Finalmente, también identificamos la falta de reportes e información accesible para pueblos y nacionalidades indígenas. Esto es una clara vulneración de derechos y un riesgo, tanto para quienes realizan la labor informativa, como para todas las comunidades que han sido excluidas de recibir información clara, oportuna y veraz sobre la pandemia, pues el gobierno nacional solo ha emitido comunicaciones en español. Félix Tanguila se ha encargado, junto a la Confenaie, de hacer las traducciones al kiwcha y superar el miedo al contagio para continuar emitiendo a través de la radio comunitaria Jatari Kiwcha, en Pastaza.

Autoconvocarse como estrategia

El 13 de abril de 2020, más de veinte organizaciones y medios de comunicación firmamos y enviamos unpronunciamiento al Comité Interinstitucional para la Protección de Periodistas y los Trabajadores de la Comunicación. El texto alertó sobre la falta de condiciones para ejercer el trabajo periodístico y señaló la necesidad de acceso a los test de Covid-19 y servicios de salud integral para quienes están cubriendo la emergencia. También advirtió sobre la necesidad de proteger los derechos laborales y exhortó al Ministerio de Trabajo a vigilar los procesos de despido.

Han pasado más de tres meses sin ninguna respuesta de parte del Comité, creado con el propósito de proteger los derechos de lxs trabajadorxs de la comunicación luego del asesinato de tres periodistas en zona de frontera con Colombia en 2018. Sin medidas estatales a la vista que aseguren la salud y la vida de quienes están cubriendo la emergencia en Ecuador, colectivos y organizaciones como Fundamedios, Nos Faltan Tres, Periodistas sin Cadenas y Chicas Poderosas Ecuador iniciamos unacampaña de solidaridad para recaudar fondos que permitieran solventar los gastos mínimos de alimentación y medicamentos de lxs colegxs que enfrentaron la emergencia en Guayaquil.

Así mismo, con el apoyo deVitaActiva, desde Chicas Poderosas Ecuador se activó un círculo de apoyo emocional para mujeres periodistas que se enfrentaron a estar enfermas, seguir trabajando y atender la sobrecarga de las labores de cuidado, carga mental y trabajo no remunerado al interior de las familias durante este periodo de confinamiento obligatorio.

La emergencia sanitaria en Ecuador ha desnudado, una vez más, la torpeza del gobierno para informar en situaciones de crisis y su desinterés por garantizar las condiciones para el ejercicio periodístico. Las estadísticas de muerte por Covid-19 en el país están entre las peores del mundo. La ONG Campaña Emblema de Prensa (PEC) informó a comienzos de julio que al menos 186 periodistas fallecieron en los últimos meses, la mayoría en Latinoamérica. Según estas cifras, y sin contar el subregistro, Ecuador está dentro de los primeros cinco países con más periodistas muertos en ejercicio de su profesión.

Hay muchas preguntas que nos estamos haciendo: ¿Quién nos representa? ¿Qué salidas hay para una profesión que ha acumulado tanta precarización laboral? ¿Es el momento de incentivar nuevas formas de agremiación? Los resultados de esta muestra son solo una provocación para seguir recogiendo información sobre cómo ejercemos el periodismo en Ecuador y proponer espacios que permitan colectivizar nuestras inquietudes y necesidades.

La encuesta nacional sobre condiciones laborales que Chicas Poderosas Ecuador está preparando con el apoyo de FES-Ildis será lanzada en agosto y buscará profundizar sobre las situaciones de riesgo, brechas de género, situaciones de discriminación y otras vulneraciones de derechos asociadas al ejercicio periodístico en el país.

Ahora más que nunca hay que incentivar la reflexión sobre cómo se hace periodismo y cómo se ajustan los modelos de agremiación y de negocio para poner en el centro la sostenibilidad del oficio y de la vida.

 

* Chicas Poderosas es una comunidad global que promueve el cambio inspirando y fomentando el desarrollo de mujeres en medios de comunicación y creando oportunidades para que todas las voces sean escuchadas.

** Usamos la letra “x” a lo largo del texto para referirnos a mujeres, hombres y personas no binarias.

 

 

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